¿Estás listo para adoptar la inteligencia artificial (IA) en la medicina veterinaria?
El enorme abanico de software, integraciones y herramientas independientes de IA puede resultar abrumador, pero no es necesario implementarlo todo de golpe. Lo ideal es empezar poco a poco y con un plan claro, para asegurarte de que los beneficios superen los riesgos.
Puede que tu clínica ya utilice IA para redactar y resumir historiales médicos, analizar radiografías, realizar análisis en el laboratorio interno o automatizar la comunicación con clientes. A medida que aparecen nuevas herramientas, tener una estrategia de implementación se vuelve esencial.
Bruce Truman, MBA y fundador de BLT Technology & Innovation Group, explica que los equipos no deberían adoptar herramientas por simple novedad. En cambio, tomar decisiones estratégicas en materia de IA puede mejorar la atención y apoyar al personal que la ofrece.
Ya sea que estés probando resúmenes clínicos generados por IA o explorando herramientas de soporte diagnóstico, la clave para prepararse para este cambio es priorizar la reflexión sobre la rapidez.
Elige la integración
Un error común, según Truman, es adoptar herramientas de IA independientes sin considerar cómo se integrarán en tu ecosistema de gestión veterinaria. Aquellas que obligan a cambiar constantemente de pantalla generan más trabajo y reducen la eficiencia.
“Para escalar y tener éxito, la plataforma de IA y dictado debe hacer más que transcribir voz: debe integrarse con el software de la clínica, acceder en tiempo real a la historia clínica, e incorporar diagnósticos pasados y nuevos para ayudar al veterinario a establecer diferenciales y redactar notas SOAP”, señala Truman.
Empieza con los problemas, no con las promesas
En lugar de perseguir la herramienta más de moda, Truman y la Dra. Karen Bolten ( The Business Vet) recomiendan identificar primero las áreas en las que tu equipo tiene dificultades y buscar soluciones de IA que resuelvan esos cuellos de botella.
En el caso de la Dra. Bolten, el gran problema eran los historiales médicos:
“Los asistentes de IA para notas han sido increíbles. Ahorro 15 minutos por paciente, lo que ha reducido enormemente la carga mental, no es solo el tiempo ahorrado”, explica.
Otras áreas que la IA puede optimizar incluyen: comunicación, gestión de inventario, seguimiento de pacientes y renovación de recetas. Las historias de éxito no empiezan con “¿Qué hay de nuevo?”, sino con “¿Cómo hacemos más fácil la vida en la clínica?”.
Prioriza la empatía y la conexión
Un riesgo de la IA en veterinaria es desplazar la conexión emocional y las expectativas humanas. Truman lo resume así:
“La IA siempre es un apoyo para el veterinario, nunca un sustituto. El veterinario es quien toma las decisiones y ejerce la medicina.”
La Dra. Bolten coincide:
“Hay cosas que la IA puede reemplazar y cosas que no. En las interacciones con clientes, hay que tener cuidado: ellos quieren seguir hablando con su veterinario.”
Si una tecnología no te ayuda a estar más presente con clientes y pacientes, probablemente no sea la adecuada.
Genera confianza en tu equipo
Incluso las herramientas de IA más simples requieren un plan de implementación. El equipo debe sentirse seguro y capaz trabajando con ellas. Algunas recomendaciones:
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Formar y explorar juntos las nuevas funciones.
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Designar un responsable de IA para coordinar feedback y evaluar la adopción.
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Probar las herramientas con un veterinario, un servicio o un departamento antes de la implementación total.
La cultura de la clínica influye directamente en la adopción.
“No puedes imponer la IA a un equipo o cultura que no la quiere. Primero hay que trabajar en la cultura”, señala la Dra. Bolten.
Truman propone que todos los miembros empiecen con un modelo de lenguaje gratuito como ChatGPT:
“Que lo usen para preguntas aleatorias en lugar de Google. Así se familiarizan y pierden el miedo.”
Educa a los clientes sobre la IA
Los propietarios necesitan saber que la IA ayuda a tu equipo a dedicar más tiempo a las mascotas que al papeleo, y que las decisiones y la atención siguen siendo humanas.
Si una herramienta afecta su comunicación o experiencia, sé transparente sobre cómo funciona y cómo ayuda. Una frase simple como:
"Este mensaje ha sido generado con ayuda de nuestro asistente de IA y revisado por nuestro equipo veterinario" puede reforzar la confianza.
La Dra. Bolten destaca que muchos clientes aceptan bien la IA, sobre todo las herramientas de dictado en consulta que permiten al veterinario mantener contacto visual en lugar de escribir:
“Les digo que las notas estarán en su informe de alta y que solo se relajen y escuchen. Se involucran mucho más en el cuidado de su mascota.”
Conclusiones clave
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Aborda problemas reales: no adoptes IA solo por moda; que resuelva cuellos de botella concretos.
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Integra, no aísles: busca sistemas de gestión con IA nativa o integraciones fluidas.
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Mantén el toque humano: la IA debe liberar tiempo para la conexión y el cuidado.
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Lidera el cambio: la adopción depende más de la visión y la cultura que de la tecnología.
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Educa a los clientes: la IA apoya, pero las decisiones siguen en manos del equipo veterinario.
Liderazgo por encima de la tecnología
Adoptar IA en veterinaria exige liderazgo, estrategia y protección del tiempo y la cultura de la clínica. No se trata solo de herramientas, sino de preservar los momentos humano-humano y humano-animal que ninguna tecnología puede reemplazar.
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