Ya hemos hablado de la escasez de personal veterinario, así como las razones que la causan. Una de las más citadas es la carga emocional que conlleva el trabajo. Algunos animales, por ejemplo, no pueden salvarse, y los veterinarios tienen que presenciar el dolor de la familia.
Pero una de las peores –y menos discutidas– causas de angustia emocional es lo que se conoce como “eutanasia económica”: cuando una mascota podría salvarse, pero debe ser sacrificada porque la familia no puede pagar el coste de las pruebas y el tratamiento.
Un artículo en The Guardian destaca la angustia que siente el personal veterinario en estas situaciones: “A menudo, porque tenemos la opción de la eutanasia en la medicina veterinaria, las personas toman decisiones de vida o muerte basadas en sus finanzas, y eso mata el alma de los profesionales veterinarios. Porque miramos la situación y decimos: ‘Podemos arreglar esto. Es solucionable.’ Pero la gente no puede pagar para arreglarlo.”
El dolor es aún peor cuando las familias desconsoladas acusan al veterinario de ser codicioso o de trabajar solo por el dinero. La realidad es que pocas clínicas tienen la flexibilidad financiera para tratar a estas mascotas sin coste alguno, por mucho que lo quieran. Pero hay una solución. Y dado que tan pocas personas la aprovechan actualmente, el personal veterinario tiene la capacidad de hacer un gran impacto simplemente hablando del tema.
La mayoría de los dueños de mascotas no aseguran a sus animales, lo que significa que hay mucho margen para aumentar la adopción del seguro. Y cuanto más personas aseguren a sus mascotas, menos probable será que el personal veterinario tenga que lidiar con la “eutanasia económica.”
La penetración del mercado de seguros para mascotas en EE. UU. es increíblemente baja, con solo un 3% (a pesar de que un poco más de la mitad de los estadounidenses no tienen suficiente dinero ahorrado para cubrir una emergencia de $1,000). Las tasas son mucho más altas en el Reino Unido y la UE, llegando hasta un 25% en el Reino Unido y alrededor del 50% en Suecia.
La clave es que, incluso en países como Suecia, donde aproximadamente la mitad de los propietarios de mascotas tienen seguro, todavía hay mucho margen de mejora. Las escuelas de veterinaria en la UE están liderando enseñando a sus estudiantes a recomendar el seguro para mascotas como predeterminado, y la mayoría de las clínicas lo solicitan cuando los clientes traen a sus mascotas.
Tanto los profesionales veterinarios como los de seguros están de acuerdo en que la educación del cliente es el mejor motor de crecimiento. De hecho, una encuesta de 2016 realizada por la Asociación Norteamericana de Seguros de Salud para Mascotas (NAPHIA) reveló que más de la mitad de los dueños de mascotas comprarían un seguro si su veterinario se lo recomendara.
Para los veterinarios que pueden sentirse incómodos al mencionar el tema del seguro para mascotas, aquí hay algunos beneficios:
Tener que sacrificar mascotas que podrían salvarse es una de las principales causas de trauma emocional para los profesionales veterinarios. Cuantas más personas compren seguro para mascotas, menos casos de eutanasia económica enfrentarán los veterinarios.
Los veterinarios no son los únicos traumatizados por la eutanasia económica. Más mascotas aseguradas significa que menos dueños de mascotas tendrán que decidir entre sacrificar a su mascota o endeudarse.
Las preocupaciones económicas no solo afectan durante las emergencias. Las limitaciones financieras impiden que algunos clientes lleven a sus mascotas a revisiones, recibir vacunas, etc.
Aunque a algunos veterinarios les preocupa que aceptar un seguro para mascotas repercuta negativamente en sus finanzas, lo cierto es lo contrario. Aproximadamente el 30% de los dueños de mascotas no visitan al veterinario al menos una vez al año, principalmente por razones financieras. Los dueños con seguro visitan al veterinario más a menudo y gastan más por visita. Educar a los clientes beneficia a éstos, a sus mascotas, al personal veterinario y a las clínicas veterinarias en su conjunto.
Para educar eficazmente a todos tus clientes, necesitas un enfoque constante y bien planificado. Afortunadamente, el Software de Gestión de Clínicas (PMS), junto con plantillas personalizadas e integraciones de terceros, lo hace más fácil. Aquí hay algunos ejemplos de cómo puedes usar tu software para integrar la conversación sobre el seguro para mascotas en el flujo de trabajo diario:
En su función de primeros y últimos puntos de contacto con los clientes, los recepcionistas tienen oportunidades únicas:
Los técnicos veterinarios pueden utilizar una lista de verificación que, además de garantizar que se realicen todas las tareas preliminares necesarias, les recuerde hablar sobre el seguro para mascotas. Pueden incluso compartir experiencias personales sobre la utilidad del seguro.
Los veterinarios pueden utilizar listas de verificación que incluyan una explicación más detallada sobre el seguro para mascotas y cómo elegir un plan adecuado. Es un buen momento para hablar sobre “condiciones preexistentes” y problemas específicos de cada raza: algunos planes de salud pueden cubrir la cirugía la primera vez que una mascota se traga un calcetín, pero lo consideran una enfermedad preexistente si vuelve a ocurrir. También hay problemas específicos de cada raza (congénitos, de comportamiento, etc.) que los nuevos padres de mascotas deben conocer a la hora de contratar un seguro.
Un software personalizable permite crear plantillas que incluyan automáticamente información sobre el seguro para mascotas en todos los contenidos que proporcionas a tus clientes:
Educar a los dueños sobre el seguro para mascotas es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu clínica, tu personal, tus clientes y las mascotas que aman. Aprovecha al máximo tu PMS haciendo que las conversaciones sobre el seguro para mascotas sean parte del flujo de trabajo diario de tu clínica.